Depresión post parto. Escrito por Lucía Prendes. Publicado en la revista La Guarde
La depresión post parto es un trastorno que puede afectar a las mujeres dedspués del nacimiento de un hijo, sin embargo no hay que confundirla con el llamado “Baby blues”, una depresión leve y transitoria que se da en una de cada dos parturientas. Sus síntomas son: alteración leve del estado de ánimo, falta de concentración, ansiedad, irritabilidad e inestabilidad del humor con tendencia al llanto. Remite a las pocas semanas sin necesidad de tratamiento. Se considera una reacción fisiológica normal de tipo adaptativo, en el post parto inmediato.
La depresión post parto sin embargo, suele presentarse algo más tarde (entre las doce semanas posteriores el parto). Cursa con síntomas más intensos, incapacitantes y duraderos y debe tratarse para impedir que se haga crónica.
Entre las posibles causas destacan tanto factores psicológicos como fisiológicos: La preocupación por la responsabilidad adquirida, el temor a no hacerlo bien y el cansancio tras el parto. También influye el cambio hormonal, ya que tras el parto se alteran los niveles de las hormonas (progesterona y estrógenos) que han proporcionado energía durante el embarazo. Se produce un descenso brusco de estas dos hormonas que originan cambios en el estado de ánimo, al igual que los días previos a la menstruación.
Entre los Factores de riesgo implicados en la aparición de este trastorno, cabe mencionar: haber sufrido depresión anteriormente, antecedentes de trastorno disfórico premenstrual, estrés psicosocial, insuficiente apoyo social, conflictos con la pareja o familia, dificultades laborales o económicas y personalidad obsesiva (perfeccionista).
En cuanto a la prevalencia, la depresión post-parto se da en un 10% de las mujeres que dan a luz. Según un estudio del Instituto Clínico de psiquiatría y Psicología de Barcelona, la mayoría de las depresiones post parto no se diagnostican. Entre el 20 y 30% de ellas suelen ser crónicas y sólo se tratan un 10%.
Sintomatología
– Tristeza o profunda sensación de vacío, aturdimiento emocional o apatía, con lloros frecuentes
– Retraimiento de la familia, amigos o actividades placenteras
– Fatiga constante
– Trastornos de sueño (insomnio)
– Aumento exagerado de peso o pérdida de apetito
– Fuerte sensación de fracaso o de ineptitud
– Gran preocupación e inquietud por el bebé o falta de interés por su hijo
– Ideas suicidas y temor a hacer daño al bebé
– Ansiedad, angustia, inquietud, irritabilidad
– Molestias físicas como dolores de cabeza
– Lentitud en movimientos, menos energía y motivación para hacer las cosas
– Fuertes sentimientos de culpabilidad, ataques de pánico
Tratamiento
Las pacientes pueden presentar una depresión moderada, media o severa en su sintomatología. De manera que el tratamiento tiene que ajustarse a la severidad de la reacción y al grado de incapacidad que éste represente.
La primera línea de tratamiento es la psicoterapia. La que ha demostrado mayor eficacia es la terapia cognitivo conductual que enseña a las pacientes a reconocer sus pensamientos inapropiados y les conduce hacia a una forma más realista de ver las cosas. Este tipo de terapia es más recomendable cuando la ansiedad es el componente más problemático.
La segunda línea de tratamiento es la farmacoterapia
Hay pacientes que necesitan tratamiento médico, la depresión post parto demanda el mismo tratamiento que la depresión mayor, por periodos de tiempo similares y con dosis de antidepresivos iguales a las empleadas con otras depresiones. Como en otros tipos de trastornos afectivos, la farmacoterapia debe combinarse con el consejo clínico, con grupos de autoayuda o con ambos
Hay que tener en cuenta que los antidepresivos se excretan por la leche materna, por lo que es necesario un seguimiento adecuado del lactante.
Muchas personas entienden mal este tipo de depresión, ya que va ligado a un acontecimiento feliz que es el nacimiento de un niño. Esto hace que en las mujeres que la padecen, se acentúe el sentimiento de culpabilidad que no favorece nada su recuperación. Por eso es muy importante, a parte de la ayuda psicológica en los casos necesarios, rodearse de un ambiente de apoyo y comprensión. Esta será su mejor medicina.